Cuando se habla de moda siempre se piensa en algo frívolo, y no se tiene en cuenta que la práctica de vestir es un fenómeno sociocultural analizado desde hace varios años por una rama de la sociología.
Los cuerpos al ser vestidos portan todo un mundo de significados culturales, de valores, de jerarquías, de clase social, de identidad. Por lo cual no es extraño que, junto con los nuevos paradigmas de género, se presenten nuevos paradigmas en el vestir.
Actualmente algunas marcas comenzaron a plantear un nuevo concepto en sus tendencias, que es dejar de lado la división binaria de lo femenino y lo masculino en las prendas, y empezar a diseñar sus colecciones sin demarcación de género:
GENDERLESS.
GENDERLESS o
A-GENDER es un nuevo concepto de prenda que no se encasilla en ningún género ni en ninguna talla, un concepto que vendría a romper con varios patrones que se van construyendo desde que nacemos.
Si recorremos la Historia del Traje vamos a ver que hasta antes del Renacimiento no existía una división tajante entre prendas femeninas y masculinas, y que ese concepto binario en el vestir se hizo más fuerte durante la Modernidad, con la industrialización, y en especial durante el siglo XIX con la consolidación del concepto de heterosexualidad como norma principal, y del patriarcado como modelo social rector del rol de la mujer y del varón dentro de la sociedad.
Ya por el siglo XX, aparecerían algunos diseñadores y algunas diseñadoras, con propuestas que buscaban que la moda femenina se simplificara y fuera más funcional dejando de lado lo ornamental que estaba presente hasta entonces. Una gran precursora en este terreno fue Coco Chanel que adoptaría prendas destinadas sólo para hombres - como el pantalón y los trajes - y las adaptaría a la silueta femenina. Más tarde durante los años 70, 80 aparecería el concepto de prenda neutral en algunos diseñadores y algunas diseñadoras, entre quienes se destacarían Yves Saint Laurent, Jean Paul Gaultier, Vivienne Westwood; y finalmente en los 90 tendría lugar lo unisex con Calvin Klein como su mayor representante.
Pero tal vez podríamos ver el mayor antecedente del concepto GENDERLESS en la firma del grupo de diseñadores japoneses
“Commes des Garcons”, quienes se caracterizaron desde sus comienzos a principio de los 80 por la deconstrucción de las prendas.
Hasta el momento, todas las propuestas de neutralidad en el vestir (neutral, unisex, genderless), siempre terminan proponiendo como genérico a las prendas asociadas con lo masculino y no viceversa. Veremos con el devenir de la historia si se logra una verdadera unificación de las prendas sin acotarlas solamente a patrones masculinos.
El tiempo nos dirá si este movimiento GENDERLESS seguirá creciendo o solo será pasajero. Podríamos pensar en este nuevo concepto de vestir como algo ideal en las firmas de ropa infantil, para que no se encasille desde pequeñes a las nuevas generaciones en un mundo binario de hombre – mujer, y puedan construir su propia identidad de género en el transcurrir de la vida.
¿Algún día podremos entrar a una casa de ropa infantil y que el local no esté dividido en sector de nenas y sector de nenes, y que al preguntar por una prenda o calzado, no se haga la famosa contra pregunta “¿Para nene o para nena?”?