Llamé al servicio de atención al cliente de una compañía de telefonía móvil. Me atendió una mujer. Mientras ella me explicaba cosas, empecé a escuchar una vocecita que le decía “mamá, mamá”. La mujer le hacía “shhh” bien bajito. Adiviné su dedo índice en su boca y sus gestos suplicantes hacia le niñe. Se dispersaba en lo que me decía, no estaba pudiendo con ese multitasking horroroso.
Mamá está trabajando, no puede atender a tu demanda.
Mamá está enloqueciendo.
Mamá no tiene ninguna herramienta, porque no existe, que le permita hacerte entender, niñe, que aunque ella esté en casa, no puede dedicarse a vos.
Mamá no sabe cómo decirte que no está disponible aunque la estés viendo, porque ella sabe que no tenés por qué entender tremendo sinsentido.
Vos lo único que vas a entender de todo esto es que, por alguna razón injusta y horrible, mamá te pide que te calles aunque ella y vos estén ahí, porque yo, que no existo en tu realidad, tengo más derecho a ser atendida por tu madre en este momento, porque ella está trabajando y yo soy una usuaria de la empresa para la que ella trabaja. No es su culpa, no es tu culpa. El mundo se ha puesto un poco más raro desde que vivimos en pandemia: ya mamá no se va a trabajar, se queda en casa, pero desde ahí trabaja y hace todo lo demás. Sé que no lo entendés, que no hace sentido en tu psiquismo infantil esta presencia-ausencia de mamá a la que se espera que te adaptes.
Ojalá a tu mamá no le grabaran las llamadas, porque yo sin duda le hubiese dicho:
“¿Sabés? Quedate en línea conmigo como si me estuvieses atendiendo estos inconvenientes irrelevantes que tengo con el servicio, y jugá con tu hije, abrazale, dale de comer, bañale. Qué sé yo, hacé lo que tengas que hacer que es lo más importante del mundo, ¿sabés? Sí, sí sabés, qué te voy a decir yo. Andá y hagamos de cuenta que estás laburando desde tu casa, porque es injusto que tu hije tenga que entender algo que es absolutamente incomprensible. Porque es injusto que a vos se te pida tanto tanto.”
No le pude decir nada porque implicaba evidenciar que se escucha a su hijite en las llamadas, y eso seguramente le traía problemas en su trabajo.
Pero ojalá que haya sentido el abrazo inmenso que le dí.
Una hembra mamífera en cercanía de su cría, en un entorno que se ha constituído como el hogar de ambas, debe postergar el cuidado y alimentación de la misma porque está conectada mediante un dispositivo móvil a su trabajo, a otro espacio que no es este espacio. Maternar y trabajar en casa. Ser una equilibrista. Cumplir con las múltiples tareas del rol de mamá y del rol de trabajadora al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Estar en un espacio que no es este espacio.
La construcción de las nociones de espacio y tiempo en les niñes se nutre de las múltiples experiencias que vivencian. En una situación forzosamente ideal mamá anticipa que se va a ir a trabajar, le niñe llora, mamá entiende y acompaña. Mamá le explica, en su lengua, a su ritmo, en su particular tono, que ella muchas veces tendrá que irse, que se ausentará. Mamá le prometerá volver cada vez (aún cuando aprenda a convivir cada día con el miedo de que eso alguna vez no ocurra). Mamá con su olor y con su tacto ayudará a que su cría construya las ideas de ausencia y presencia. Las múltiples vivencias cotidianas contribuirán a la construcción de estos esquemas que nos permiten saber que alguien existe aunque no lo estemos viendo,
que existen trayectos que los demás transitan y que son inaccesibles a la propia percepción,
“que te vas, pero que vas a volver,
que no estás, pero vas a estar,
que te puedo esperar de maneras cada vez más completas y menos angustiosas.
Que sé, que entiendo, que mamá es otras cosas además de ser mi madre
y que esas cosas pueden separarla físicamente de mí, pero que ella me está pensando
y que entonces puedo yo también pensarla, imaginarla, construir una imagen de ella que me da seguridad.
Mamá está en algún lado y va a volver. Aparecerá y desaparecerá y eso no implica
ni que ella ni que yo
no estemos y no seamos.”
Pero ¿qué ocurre cuando mamá está ahí, de cuerpo presente, pero en una ausencia forzada? Está en otro lado, está interpretando otro rol. No es mamá, es una trabajadora.
Está, pero hacé de cuenta que no. Está, pero es como si no estuviera.