Conejo negro es un proyecto experimental que combina el arte y la cocina.

Tomó forma a principios de 2021, a partir de una mirada vinculante entre arte y vida, que sostengo desde mi producción artística, y que agrega en este caso la experiencia de lo comestible como un encuentro directo con lo cotidiano. Relaciona lo gráfico e impreso desde una mirada que desborda las denominaciones tradicionales, encontrando matrices en el contexto, experimentando cuestiones técnicas presentes en el arte impreso con otras materialidades y explorando elementos de uso como origen de muchas de las producciones.

Así, de un relevamiento de texturas in situ en la casa natal de Perón en la ciudad de Lobos, surgieron las galletitas con la rejilla del frente, multiplicadas en menor tamaño , o los datos arquitectónicos del balcón dieron la forma oval a otras de la misma serie, como una manera de poner de manifiesto un tránsito desde los objetos, la arquitectura, la fotografía a otras formas nuevas, múltiples y comestibles, dando cuenta de un fluir y transformación continua.

Las experiencias en @conejonegr.o condensan en el proceso una mirada sobre las formas actuales del arte, desbordado, sin límites y como un cuerpo vivo. Activan el taller y la cocina en un diálogo reversible y permanente, cruzando el chocolate como tinta para estampar serigrafías sobre galletitas, y repensando elementos muy presentes en lo gráfico, textura, calor, presión y tiempo en una nueva manera de estampa efímera.

A veces realizo series o ediciones especiales, con productos de cosechas propias o agroecológicas provenientes de amigos, familia, o productores locales, pensando no solo en una alimentación más saludable sino también en el fortalecimiento de economías populares, como un lazo autogestivo de diferentes esferas de producción.

También propongo variaciones sobre los recuerdos nostálgicos de algunas galletitas de la infancia, como en la serie fauna de conejos, o reformulaciones de galletas de la fortuna en version pizela, con frases sorpresa para descubrir y que fueron a su vez base de una pequeña edición de delantales que las llevan impresas y que desarrollamos junto a mi madre como una deriva del conejo

Los delantales, como elemento de uso en el taller o cocina están confeccionados reutilizando telas que antes fueron otra cosa, con frases que funcionan como subtítulos o traducciones del espíritu general del proyecto, rondando la estampa, la invención, la magia, la huella, sobre un soporte que refiere al trabajo y también están pensados desde el concepto fluctuante de una transformación vital, con textiles que tienen memoria de cortinas pasadas o incluso fueron mis primeras estampas en serigrafía en mi paso como estudiante en la Facultad de Bellas Artes - UNLP.

El proyecto, surgido como parte de una experiencia familiar en el hogar, combina sabores, persistencias y transformaciones de recetas a partir de recuerdos de la infancia y aloja algo de la tradición panadera de mis abuelos maternos. Parte del amor por la cocina sembrado en mi casa desde niña, que se transforma ahora en la multiplicación de inventos en la cocina para mis hijxs, y nutre lúdicamente el devenir de un encuentro de dos de mis pasiones, imprimir y cocinar.